América Latina y el Caribe muestran el camino hacia la recuperación sustentable

El Día Mundial del Turismo, que fue celebrado la semana pasada, ha destacado el papel que debe desempeñar el turismo a la hora de brindar oportunidades a las comunidades rurales e impulsar la recuperación social y económica, pero hay algo más profundo y esencial en este nuevo escenario que vive nuestra industria, se debe trabajar urgentemente en desarrollar proyectos respetuosas del clima, que contribuyan a los objetivos de desarrollo sostenible y además sean aceptadas por las partes locales interesadas, es complicado pero no imposible.  

La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha dejado mucho más claro que sin respeto por la naturaleza, tarde o temprano se daña la economía, incluso de las grandes potencias mundiales.

En este aspecto, América Latina y el caribe ha sido la región que mayores avances ha mostrado en el mundo con ejemplos como Costa Rica, cuyo gobierno ha trabajado con numerosas partes interesadas para crear un Plan Nacional de Descarbonización ampliamente aceptado y que hoy le asegura contar con una economía verde y sostenible.

El Caribe también está repleto de ejemplos, allí se han desarrollado proyectos completamente sustentables y que tienen muy en cuenta el desarrollo de sus comunidades. Estos hoteles han generado una variedad de negocios y empleos que de otra manera no existirían sin el turismo, incluidas nuevas atracciones, servicios de transporte terrestre, restaurantes, músicos y proveedores de entretenimiento, pescadores, agricultores y otros servicios de apoyo para hoteles.

Queda claro entonces que una economía con menos emisiones de carbono que no es equitativa y justa, además no nos conducirá al modelo post pandemia que necesitamos. 

El camino no será fácil ni sin obstáculos, pero es la única opción que tenemos hacia un futuro que sea económicamente resiliente, socialmente justo y ambientalmente sostenible.

La desaceleración de la llegada de visitantes a destinos que sufrían de “overtourism” es una oportunidad de oro que se debe aprovechar para reconstruir una industria mejor con más cuidado por el medioambiente.

Si bien es cierto que la pandemia generará un freno en las nuevas inversiones inmobiliarias del mercado de turismo en muchos destinos, se debe trabajar de aquí en más para las futuras inversiones mejoren la eficiencia energética, proporcionen energía renovable y reduzcan el uso de agua.

Al inaugurar el debate de la Asamblea General de la ONU, el Secretario General Antonio Guterres destacó: “la pandemia del COVID-19 no es sólo una llamada de atención, es un ensayo general para los desafíos mundiales que están por venir”, por lo que debemos continuar adelante con humildad y reconocer que un virus microscópico ha puesto de rodillas al mundo”. 

“En un mundo interconectado, ha llegado el momento de reconocer una simple verdad: la solidaridad se basa en el interés propio. Si no logramos comprender ese hecho, todo el mundo saldrá perdiendo”, aseveró.

En lo que al turismo respecta, queda de manifiesto entonces que sólo tendremos un futuro post pandemia distinto, si desde ahora las autoridades y los empresarios se ocupan de sentar las bases para resolver estos problemas, para generar transformaciones estructurales profundas.