América Latina y el Caribe necesitará un enfoque multidimensional para reactivar turismo

Según un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo la región deberá tener en cuenta factores que van desde la política fiscal y monetaria hasta el cambio climático para transitar la crisis.

A fin de impulsar un crecimiento inclusivo en medio de la pandemia, América Latina y el Caribe necesitará un enfoque multidimensional que tenga en cuenta factores que van desde la política fiscal y monetaria hasta el cambio climático, según un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo.

La inclusión en tiempos de Covid-19 estima que el crecimiento económico es crucial para disminuir la pobreza y que, antes de la pandemia, ya contribuía en un 60% en su reducción. Pero los avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad se estancaron después de 2013.

Ahora la pobreza y la desigualdad están aumentando debido a la emergencia sanitaria. Evidencia reciente sobre el shock de la pandemia sugiere que los cierres de empresas y pérdidas de empleo afectan al 60% de las familias de bajos ingresos, mientras que tan solo un 20% de los más ricos resultan afectados.

“Lamentablemente, si continuamos con esta tendencia, nuestra región será más pobre, estará más endeudada y tendrá peores disparidades después de la pandemia por lo que es más necesario que nunca la promoción de un crecimiento inclusivo y sostenible”, dijo Eric Parrado, economista jefe del BID.

En este contexto, el informe ofrece a los formuladores de políticas recomendaciones en múltiples frentes, incluyendo reformas de los sistemas tributarios y mejoras en la confianza en las instituciones. El estudio es un complemento del Informe Macroeconómico publicado en abril, Políticas para combatir la pandemia .

“Nuestro mensaje es directo y urgente: en aras del bienestar de todos, los países deben actuar con determinación para abordar algunas de las causas fundamentales de la desigualdad de la región que se está agravando debido a la pandemia”, dijo Andrew Powell, economista asesor principal del BID. “Nuestro informe trata de identificar los puntos óptimos en determinadas esferas o, en otras palabras, las políticas favorables al crecimiento que ayudarían especialmente a los hogares más pobres”.

Los desafíos que se avecinan

El informe examina seis dimensiones que tienen que ver con el crecimiento inclusivo: la confianza, el cambio climático, la desigualdad regional, la política monetaria, la política financiera y las políticas fiscales.

En cuanto a las disparidades regionales, los datos indican una lenta reducción de las diferencias entre las subregiones más ricas y las más pobres dentro de los países. El informe estima que se necesitarían 27 años para reducir en un 50%, dichas disparidades regionales, recomienda programas fiscales bien dirigidos para acelerar la reducción.

En comparación con otras regiones, las personas de América Latina y el Caribe muestran menos confianza entre sí y menos confianza en las instituciones como el poder judicial, los partidos políticos y la policía. El informe recomienda una mayor transparencia por parte de los gobiernos, el fortalecimiento de la gobernanza empresarial y de los derechos de los acreedores, así como de los poderes judiciales y la aplicación de la ley, entre otras políticas.

La región es especialmente vulnerable al aumento de las temperaturas y a un mayor número de desastres naturales, lo que repercute en los niveles de ingresos de muchos de sus países. El informe señala que los fenómenos climáticos extremos causan efectos fiscales como déficits más altos, así como una pérdida del 2,2% del PIB, que no se recupera. El estudio recomienda nuevas medidas de mitigación y adaptación, que tienen grandes beneficios para ayudar a las poblaciones más vulnerables.

En el frente fiscal, las políticas fiscales y sociales de América Latina y el Caribe han demostrado ser sorprendentemente ineficaces para lograr un crecimiento inclusivo. El informe insta a los gobiernos a que reconsideren los sistemas tributarios y el gasto público con el fin de establecer un sistema de impuestos progresivo y encontrar políticas que impulsen la actividad económica y los ingresos, especialmente en los hogares más pobres.