¿Cómo era Higüey hace 47 años cuando inició la historia del Grupo Puntacana, y cuánto ha cambiado desde entonces? Las respuestas motivan una reflexión sobre lo que significa el turismo para nuestro país.
El desarrollo de esta región es una interesante historia que debería analizarse profundamente desde diferentes ángulos (humano, sociológico, cultural, económico, turístico, político, etc.) para producir conocimientos que contribuyan a definir y aplicar las lecciones aprendidas, necesarias para mejorar y aprovechar las oportunidades que nos ofrece el turismo, y a mitigar sus aristas inconvenientes.
Por esto, nos animamos a llamar la atención sobre la charla pronunciada recientemente en el acto de juramentación del comité de la Asociación Dominicana de Prensa Turística de Higüey, por el joven empresario turístico y tesorero de ASONAHORES, Frank Elias Rainieri, como orador invitado.
Impactan los indicadores utilizados para mostrar el cambio. Nos presentan lo que era la provincia en 1970, que entonces tenía 88 mil habitantes y la ciudad de Higüey 21,900, cabecera de un municipio con 15 mil viviendas, y capital de la provincia La Altagracia que registró 17 mil, de las cuales sólo 2 de cada 10 tenían cuarto de baño, una de cada 10 agua corriente, el 10% eran viviendas rústicas y sólo 31 edificaciones estaban dedicadas al comercio u otros servicios.
Cuarenta años más tarde, con el censo del 2010, la provincia ya contaba con 109 mil viviendas, 55 mil en casas independientes, 24 mil en apartamentos, 800 y 735 edificaciones operando para comercio y servicios. El 98% de las viviendas tenían techo de cemento o zinc, el 91% con paredes de blocks o madera y el 67% con acceso al agua de acueducto.
La provincia contaba 273 mil habitantes de los cuales 186 mil estaban en Higüey y la comunidad de Verón, que no existía en 1970, tenía 43,982 habitantes. La población de la provincia se multiplicó por más tres y la de Higüey por más de ocho.
Este ímpetu desarrollista, opina con razón Frank Elías, ha sido producido por la nueva economía turística que comenzó a definirse a partir de la apertura del aeropuerto en 1984, porque existe la misma caña y menos actividad agropecuaria.
¿Qué ha pasado al interior de esta comunidad y cómo funcionará en los próximos años? La interrogante viene al caso porque si se cumplen las expectativas de Frank Elías, en los próximos 10 años la economía de la región se multiplicaría por dos al pasar la llegada de turistas podría de los 3.6 millones del año pasado, a unos 7 millones en el 2027. Esto exigiría construir más de 30 mil habitaciones, duplicar el número de empleados (dentro y fuera de los hoteles), el suministro de alimentos, la oferta de entretenimientos y de las actividades fuera de los hoteles.
¿Quiénes están pensando en cómo organizar la región para que se maneje con éxito este alud positivo? Ya deberíamos estar en eso. Gracias a Frank Elías por llamar la atención sobre el tema. Los líderes de la región, los interesados, debemos pensar en fórmulas para obtener los recursos necesarios para organizar el equipo de expertos y técnicos que podrían el proceso de desarrollo de la provincia y diseñar las políticas, estrategias y acciones para que este crecimiento sea posible.