La Altagracia, RD.- República Dominicana por su posición geográfica es un país de temperaturas caliente, pero las opciones son muchas, una de ellas, Boca de Yuma, en la provincia La Altagracia. Aquí se vive de la pesca.
Este distrito municipal, es una comunidad que cuenta con sus atractivos de playas y su río Yuma. Desde donde sus pobladores sostienen sus finanzas a través de la pesca.
Boca de Yuma, tiene su historia turística, pues antes que se pensara en el polo Punta Cana, esta localidad ya era reconocida internacionalmente debido a que aquí, en el año 1966, el Club Náutico de Santo Domingo Incorporado instaló una extensión de la institución deportiva y recreativa, a iniciativa de Don Alberto Bonetti Burgos quien viajaba frecuentemente atraído por la pesca, la cacería de palomas y la belleza natural de la zona.
Ubicado al sureste de la provincia La Altagracia, situado en la misma trayectoria del Sol y en la desembocadura del río Yuma “donde confluyen sus aguas dulce con la salada del Mar Caribe”, que la convierte en un lugar especial paradisíaco, pues la naturaleza y el clima de la zona son cómplices de la buena vida de paz y tranquilidad para sus habitantes y turistas.
La pesca es el sustento de “los bocaínos”, gentilicio usado por sus pobladores desde su creación en 1880, cuando llegaron los primeros pescadores que formaron familias y construyeron viviendas, en este emblemático lugar de ensueño.
Su trato humano y la gastronomía es su carta de presentación, la frescura de sus costas y su maravillosa vista, regalan un remansó de paz a cada visitante que se deslumbra, agregando a su encanto el sabor del pescado y marisco.
Los restaurantes a orillas del mar ofrecen a la carta la pesca de la noche anterior, una costumbre que tiene décadas.
Boca Yuma, con una población aproximada de unos tres mil habitantes, cuenta con restaurantes, pero hace 15 años el pescado frito se ofertaba en pequeños puestos, hoy el crecimiento económico se refleja en toda la zona, gracias a la sostenibilidad que les brinda la pesca, además, de los atractivos que la naturaleza les dotó.
El “Hoyo Zumbador”, que es un lugar de aguas azules cristalinas, rodeado de rocas, forjada pacientemente por la naturaleza hace miles de años; La cueva de Bernard que en su interior se conservan impresionantes estalactitas (es un espelóteme que cuelga del techo de una cueva) y estalagmita (formación calcárea alargada y puntiaguda que se encuentra en el suelo de algunas cuevas naturales).
Si le interesa navegar por la desembocadura del río, los pescadores ofrecen el servicio en las pequeñas embarcaciones de fabricación artesanal, construida en el pequeño muelle.
Un lugar que puede explorar en botes, es “Playa Blanca”, una joya paradisíaca, en la que puede disfrutar de una vista de ensueño, con arenas blanca como la nieve, aunque aquí no exista para esquiar.
Boca de Yuma es un polo sostenible que debemos visitar. Ven a conocer el lugar con el único riesgo que enfrentarás de seguro, “es que volverá”.