La Ciudad Colonial de Santo Domingo se ha fortalecido en los últimos años como destino turístico, con atractivos para sus visitantes, en los que reúne más de 500 años de historia, lo que diversifica el recorrido de enriquecimiento cultural por ese lugar.
La riqueza patrimonial se encuentra en los espacios públicos renovados con variedad de ofertas turísticas, que abarcan desde monumentos, museos, iglesias, parques y galerías de artes.
También hay extraordinarias arquitecturas, restaurantes, plazas, teatros y cafés, además de que cada una de sus calles cuenta historias que identifican a los dominicanos.
“La Zona”, como es conocida popularmente la Ciudad Colonial, tiene varios hoteles, algunos de ellos con el concepto todo incluido, ubicados estratégicamente por todo el lugar, los cuales ofrecen igual estadía y servicio que cualquier otro en el interior del país.
En ese sentido, la cuidad primada de América posee las condiciones necesarias para continuar impulsando el turismo dominicano de manera positiva.
Una muestra de ello es que en el año 2018 la Ciudad Colonial de Santo Domingo fue reconocida como la segunda “Ciudad más Amigable del Mundo”, por la revista Conde Nast Traveller, donde sus lectores la sitúan como “un lugar lleno de encanto del viejo mundo”, con tiendas pintorescas y calles hechas para los paseos nocturnos, de gente amable y con un servicio al cliente excelente.
Hace cuatro años el Ministerio de Turismo, con el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), inició el Programa Fomento al Turismo de Ciudad, que contó con una inversión de US$31.5 millones, de los cuales US$30 millones fueron financiados por ese organismo internacional, lo que ha servido de impulso para la apertura de más de 520 nuevos negocios en los últimos cinco años, muchos de ellos orientados a la economía naranja (economía de creatividad y cultura) y al sector turístico. Asimismo, nuevos negocios se han incrementado en 96%, las visita de turistas internacionales en 62% y los empleos 29%.
Algunos de los trabajos realizados hasta el momento consistieron en la recuperación integra de 2.5 kilómetros de calles, sin cables aéreos y con nuevo mobiliario urbano, más aceras para el peatón, que es uno de los enfoques del proyecto; la instalación de una nueva red de servicio energético soterrado y un sistema de video vigilancia y monitoreo para la gestión turística.