Cómo ayuda el Big Data al sector turístico

Una evolución constante es lo que caracteriza al sector turístico en la última década, ya que el uso de las últimas tecnologías ha provocado que tanto los profesionales como los consumidores hayan adoptado nuevos hábitos.

Desde la realidad aumentada y virtual, hasta la Inteligencia Artificial, pasando por diversas tecnologías móviles, los diferentes avances han cambiado un negocio que se ha ido adaptando a las demandas de los viajeros, quienes cada vez se muestran más exigentes con lo que quieren o buscan.

La posibilidad de reservar hoteles o comprar vuelos en unos minutos a través del teléfono móvil y la aparición de todo tipo de aplicaciones destinadas a esa labor ha provocado que el sector turístico haya dado un paso adelante. Y uno de los pilares de dicha evolución ha sido la adopción de herramientas de Big Data, con las que es posible analizar todo tipo de datos que ayudarán a ofrecer mejores productos y servicios, conocer mejor a los clientes y saber cuáles son los puntos fuertes y débiles de la competencia.

¿Qué procesos mejoran con Big Data?
La recolección y análisis masivo de información son adecuados para mejorar algunos procesos de negocio en el sector turístico que pueden ayudar a sobrevivir o no en un mercado tan competitivo.

Estrategias de marketing óptimas. Actualmente no es adecuado limitarse a una segmentación de clientes basada en la edad o el sexo, sino que hay que ir más allá. Gracias a Big Data, es posible conocer las tendencias que siguen los consumidores, de manera que se tienen mejores herramientas para detectar las oportunidades de marketing que van a resultar más provechosas. Y es que, si se sabe cuáles son las acciones que más y mejor van a repercutir en el cliente, se tendrá mucho terreno ganado.
Mejor gestión de los ingresos. Las tecnologías de análisis de datos permiten conocer las tasas de ocupación, cuánto se ha ingresado por habitación o pasajero, las oscilaciones de precio en las compañías de transporte… Con toda esta información es más sencillo predecir diferentes gastos y costes, a la vez que prever cómo va a ser la demanda de los diferentes productos.
Cuidar la reputación. Con Big Data también se pueden gestionar mejor las opiniones y juicios que los usuarios realizan sobre un servicio o producto. La web 2.0 ha hecho posible que el cliente aporte y puntúe su experiencia para ayudar a otros usuarios. Si una empresa analiza adecuadamente esos comentarios, conocerá mejor dónde destaca y cuáles son sus carencias y así enfocarse en potenciar las fortalezas y mejorar las debilidades.
Ventajas de Big Data
Aparte de mejoras los anteriores procesos, la utilización de Big Data en el sector turístico ofrece otros posibles beneficios que no conviene pasar por alto.

Personalización. El mayor beneficio está relacionado con todo lo anteriormente expuesto, ya que la posibilidad de personalizar un producto turístico a la medida de los deseos del cliente se está convirtiendo (si no lo es ya) en la principal tendencia del sector.
Tener una mayor información no solo evita invertir en servicios que no están siendo demandados, sino que puede generar nuevas oportunidades de negocio en otros segmentos donde no se estaba presente.
Big Data también permite adelantarse a los momentos de mayor trabajo y ocupación, de manera que hace más sencillo estar preparados ante picos elevados de actividad.
Si se conoce mejor a los clientes, se podrá elegir a los empleados más adecuados para atenderles.
En definitiva, Big Data no solo ayuda a atender mejor a los usuarios -mejorando así su fidelidad-, sino que además ayuda a que el negocio sea más rentable y disponga de mayores márgenes de beneficio.