Una de las tendencias que están mostrando diferentes estudios en medio de la pandemia es que viajeros de todo el mundo prefieren sitios alejados y en contacto con el medio ambiente, ¿están realmente preparados para atender esa demanda?
Como ya es de amplio conocimiento la crisis sanitaria ha generado un cambio de paradigmas en el hábito de los viajeros y consecuente con ello pone a las autoridades y empresarios de los destinos en alerta ante una situación compleja, ya es un hecho que aun cuando se anuncian vacunas en el mediano plazo, los viajeros prefieren visitar ciudades tranquilas y que ofrecen contacto con la naturaleza.
Es evidente entonces que existe un desajuste entre las iniciativas que se desarrollan en materia de política turística y de sostenibilidad ya que destinos de gran infraestructura y que solían incluso tener problemas de exceso de turistas, hoy vivan una especie de ocaso, mientras otros que tenían planes de crecimiento pero lento y sostenido, deban asumir una invasión de visitantes con escasa oferta y un riesgo para mantener el equilibrio con el medio ambiente. Se debe por tanto replantear en un proceso de reactivación que se ampare en un modelo turístico realmente sostenible.
Expertos en ecoturismo plantean que es imprescindible que se tomen las medidas urgentes y necesarias para que el turismo sea, en todos los casos, respetuoso y sostenible.
En el momento que los gobiernos y el sector privado se adentran en el camino de la recuperación, es oportuno seguir avanzando hacia un modelo de turismo que comprenda las nuevas reglas de juego, es decir que pase lo que pase no se puede dañar el planeta y su ecosistema.
Al respecto el secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, afirmó: “La sostenibilidad no debe ser ya un nicho del turismo, sino que debe ser la nueva norma en todos y cada uno de los segmentos del sector”.
Para ello, se deben establecer una serie de pautas que garantizan la seguridad del ciudadano y del medio ambiente, recomendando que se respeten las medidas de distanciamiento físico, se organicen con antelación las visitas, se eviten las aglomeraciones y se mantengan las debidas precauciones.
Los destinos deberán centrarse en realizar campañas de comunicación y promoción a nivel nacional e internacionales potenciando valores positivos en esta materia.
Una transformación compleja
Muchos destinos deberán tomar decisiones hasta incluso impopulares y polémicas a nivel local ya que deben preparase para recibir más turistas y que incluso llegarán de otros países, eso demandará la construcción de nueva infraestructura incluyendo aeropuertos, puertos, rutas, hoteles, atracciones, etc. Allí es donde se genera la mayor incógnita, ¿podrán ser destinos sostenibles luego de ello?
Del “overtourism” a potenciar la demanda
La contra cara de esta nueva realidad es que destinos donde incluso se solían organizar manifestaciones para reclamar que se limite la llegada de turistas, hoy viven una situación dramática y les urge potenciar demanda para recuperar su economía y no dañar su infraestructura para el turismo. Allí también se plantea un escenario que requiere de mucha audacia por parte de los estados y los empresarios del sector. A diferencia de otras épocas, se deberá ser creativos e invertir en campañas e iniciativas que atraigan nuevamente a los viajeros. Pero en esta oportunidad con recursos bastante más escasos que en otras épocas y por tanto sin márgenes de error.