Las reuniones familiares: clave para la preservación del patrimonio

Las empresas familiares juegan un papel de gran relevancia en la economía global, ya que representan más de dos tercios del total de las compañías en el mundo, el 60% del empleo mundial y contribuyen más del 70% del PIB global.1 Aunque la mayoría de los negocios familiares son pequeñas y medianas empresas, algunas de las más grandes del mundo, tales como Wal-Mart Store (Estados Unidos), BMW (Alemania) y Toyota Motor (Japón) son administradas por familias, e incluso se encuentran actualmente en la segunda o tercera generación.

Cuando a su vez consideramos que, en los próximos 20 años, solo en Estados Unidos de América, donde las empresas familiares aportan alrededor del 64% de PIB2, se efectuará lo que se ha denominado “La Gran Transferencia de Riqueza” estimada en $90 trillones de dólares, sabemos que nos espera la transmisión patrimonial más trascendental de la historia, convirtiendo a los milenios en la generación más adinerada hasta la fecha.

Partiendo de estas premisas, y que el 80 al 90% del patrimonio de los miembros familiares está vinculado al negocio familiar, ¿qué pueden hacer las familias para preservar su patrimonio durante los próximos años y prepararse para esa gran transferencia de riqueza?

LAS FAMILIAS QUE COMPARTEN UN PATRIMONIO DEBEN APRENDER A PLANIFICAR JUNTAS

Dicen que hay dos cosas seguras en la vida: la muerte y los impuestos. Dos temas fundamentales al momento de considerar la preservación y la transferencia de nuestro patrimonio.

La realidad es que independiente de las diferencias que puedan existir dentro de la dinámica familiar, los miembros de una familia que compartan activos y pasivos deberán aprender a colaborar y planificar entre ellos.

Una planificación inadecuada podría causar tensiones financieras que entorpezcan el crecimiento del negocio; y peor aún, provocar el deterioro de las relaciones familiares.

Sin embargo, un negocio operativo no es lo único que puede compartir una familia. El patrimonio familiar está integrado por activos, bienes, derechos y obligaciones que conjuntamente pueden poseer los miembros de una familia. Muchas veces puede ser la residencia de infancia o la casa de verano o un portafolio de inversión, o una combinación de éstos, y hasta las deudas.

Por consiguiente, las familias empresarias en especial, deberán planificar oportunamente la cesión de su participación accionaria o societaria, la transferencia de su liderazgo y sucesión, y crear las estructuras de gobierno necesarias para minimizar conflictos, mantener armonía familiar, asegurar la continuidad del negocio, y trasmitirlos valores familiares y capacitaciones necesarias a futuras generaciones.

En este sentido las reuniones familiares son una herramienta imprescindible para la organización patrimonial, ya que permiten crear las bases necesarias para incentivar conversaciones productivas con relación al patrimonio, que son esenciales para una buena planificación.

Estas reuniones familiares pueden darse en diferentes ámbitos, dependiendo de las necesidades que sean identificadas y la estructura que sea requerida. Existen esquemas informales, donde los padres e hijos generan un espacio para ventilar deseos, preocupaciones e ideas que permitan transformar dichos desafíos en metas ejecutables. Por otro lado, existen estructuras más complejas, que podría implicar la creación de varios foros, tales como una Asamblea Familiar, un Consejo de Familia, la Oficina Familiar, entre otros órganos del gobierno familiar, con el fin de documentar un Protocolo Familiar y una Política de Inversión que permitan establecer las reglas claras para la transmisión de acciones o cuotas, la valoración de las mismas, las políticas de empleo dentro del negocio familia y las directrices para administrar adecuadamente el patrimonio.

Por tales razones, las reuniones familiares, independientemente del foro en que se establezca, y por medio de la dirección de un asesor especializado en planificación patrimonial, proveen una oportunidad única para crear un clima de confianza y transparencia, establecer objetivos y lineamientos claros, transferir valores y conocimientos fundamentales para la buena administración, así como promover la armonía familiar, siendo éstos elementos claves para la preservación e indudablemente el crecimiento sostenible del patrimonio familiar.

CREA UN CLIMA DE CONFIANZA Y TRANSPARENCIA

Podemos crear un plan financiero, un plan de herencia o un plan de sucesión que cumpla con todos los requisitos y exigencias de la familia o la empresa, incluyendo el cumplimiento de las mejores prácticas y estándares en el ámbito internacional. Sin embargo, dicho plan estará destinado a fracasar si carece del proceso de monitoreo y actualización requerida por medio de reuniones periódicas, ya que podría comprometer rápidamente su vigencia.

Las reuniones familiares ofrecen un lugar seguro y estructurado para promover la comunicación y la confianza, ya que ofrece apertura parcial o total del plan patrimonial.

Por medio de la presentación de minutas y reportes periódicos, los miembros de la familia se mantienen informados adecuadamente sobre su patrimonio actual y proyecciones futuras, viendo con transparencia los resultados de sus decisiones, anticipando posibles riesgos y visualizando por medio de indicadores claves el comportamiento de su participación accionaria o societaria a través del tiempo, evitando así sorpresas, suposiciones e incertidumbre, enemigos mortales de la confianza, y consecuentemente de las relaciones interpersonales.

ESTABLECE OBJETIVOS Y LINEAMIENTOS CLAROS

Estas reuniones fomentan la cohesión familiar al trabajar juntos hacia objetivos comunes, así minimizando distracciones que generan conflictos y alineando a los miembros familiares hacia metas conjuntas por medio de la educación y los valores compartidos.

Dentro de estos foros se identifican aspectos que los unen, se discuten diferencias, dando voz de manera organizada, y creando así los cimientos necesarios para alinear propósitos, principios, objetivos y supuestos de una manera clara y concisa.

La unión hace la fuerza, y las familias que se destaquen en este sentido tendrán la mayor probabilidad de permanecer en el tiempo.

Claro está, siempre y cuando esto sea posible, ya que implicará dar prioridad a la familia como unidad, lo cual no siempre apela a los intereses particulares de sus miembros.

Este viene siendo uno de los retos que deberá ventilar el asesor por medio del foro que sea estructurado.

Sin embargo, las familias deberán evaluar las implicaciones de sus decisiones más allá de la inmediatez y las particularidades de cada miembro si es su meta construir un legado que trascienda más allá del éxito financiero.

Por tales razones, poderse entender entre ellos será el gran reto, y este entendimiento es únicamente propulsado por medio de la comunicación y el liderazgo, y para eso necesitaremos líderes que tenga un Plan apoyado de un seguimiento periódico.

TRANSFIERE VALORES Y CONOCIMIENTOS FUNDAMENTALES

Una gran preocupación entre las familias adineradas es como el éxito material podría repercutir negativamente sobre las futuras generaciones. Temen el comportamiento irresponsable que muchas veces arropa los estilos de vida decadente de personas que tienen acceso a grandes sumas de dinero sin contar con la madurez o la educación financiera necesaria para administrarlo adecuadamente. Por lo tanto, no debe sorprendernos como muchas veces, como padres, esperamos que nuestros hijos hereden un negocio familiar o un portafolio de inversión sustancioso sin darles previamente las herramientas adecuadas para gestionarlo exitosamente.

Por medio de reuniones familiares que promuevan la formación financiera y de negocios es donde la familia aprende desde temprana edad sobre estrategia, finanzas, contabilidad, inversión, seguros, impuestos, etc., y sus miembros desarrollarán habilidades y conocimientos que le permitirán administrar los activos futuros a heredar. Asimismo, podrán adquirir los valores de la familia, absorbiendo con tiempo los hábitos y las destrezas necesarias que les permita adquirir un razonamiento maduro y calculado que les permita manejarse con mayor seguridad, que a su vez facilitará la toma de decisiones. En un mundo donde todo cambia tan rápido, y las decisiones deben ser tomadas cada vez con mayor agilidad, es indispensable maximizar la productividad y la confianza de sus miembros familiares, pues aquí es que yace el verdadero valor. La realidad es que las personas más informadas, usualmente tomarán las decisiones más acertadas. Muchas oportunidades se pierden y se perderán en el proceso de poner a la par al resto de los miembros en un tema o asunto de interés.

PROMUEVE ARMONÍA FAMILIAR

Disputas, embargos, demandas son algunos resultados de conflictos familiares que pudieron ser evitados con una buena y oportuna planificación. La organización patrimonial no debe ser malinterpretada. No es ocultar, es transparentar; no es dilatar, es agilizar; no es obstaculizar, es facilitar; no es callar, es hablar, aunque sea incómodo; en fin, se busca identificar las aspiraciones de la familia, motivar las conversaciones oportunas, establecer expectativas y límites claros, para asegurar que los grupos de interés que conformen ese patrimonio cuenten con las herramientas necesarias para entender dónde se está, dónde se quiere ir, cómo se llegará y cuándo se logrará.

Las reuniones familiares propician un ámbito de transparencia y apertura donde las reglas están claras, y aunque surjan disputas, que serán en ocasiones inevitables, existen procedimientos para mitigar los conflictos.

Estos foros brindan la discreción sugerida y minimizan el impacto financiero que potencialmente podría generarse.

Es importante reconocer que no siempre el patrimonio familiar será suficiente para sostener toda una familia. A veces los negocios o el patrimonio compartido no crecen lo suficientemente rápido para ofrecer una buena calidad de vida a todos sus miembros. Por eso la necesidad de entender la importancia de tener reglas claras, donde se evite la creación de expectativas irreales.

Independientemente de nuestro nivel de riqueza, es recomendable siempre buscar asistencia de un experto en planificación patrimonial, pues las reuniones familiares no es siempre el próximo paso. Previo a esta dinámica, en ocasiones, es necesario estabilizar o regularizar el patrimonio, ya que este proceso debe ser propiciado de manera oportuna y acorde a las realidades de cada familia.