Los grandes grupos turísticos de todo el mundo están coincidiendo en buscar la forma de entrar en el mercado emisor chino, con un tamaño en 2015 de unos 120 millones de viajeros, que Goldman Sachs prevé que en 2025 haya casi doblado su volumen de gasto en el exterior.
La matriz de Booking.com —Priceline— fue una de las pioneras en 2014 cuando entró en Ctrip, la mayor OTA local, de la que se calcula que ostenta el 15 por ciento de las acciones, y más recientemente ha sido Tui la que ha firmado con Alibaba, la mayor tienda online china, dejando claro que el modo de entrar en el país es con un socio nacional.
Otros emisores que también buscan hacerse un hueco en ese prometedor mercado son el principal conglomerado turístico de Estados Unidos, Apple Leisure Group, como reveló su CEO Alex Zozaya hace unos meses, y en Europa también impulsan esta opción Thomas Cook a través de su accionista chino Fosun, así como Barceló Viajes.
Las grandes hoteleras vacacionales del mundo, Meliá y Riu, también anhelan ganar visibilidad en ese mercado, para lo cual tienen planes ya muy definidos como es el caso de la cadena de los Escarrer asociada a Jin Jiang, o intenciones en firme como las anunciada por la cadena integrada en Tui, además de Barceló Hoteles, aliada a Plateno, o NH, en su momento con HNA, su mayor accionista.
VOLUMEN. Este interés se justifica en que, pese a que la actualidad sólo el 4 por ciento de la población —unos 50 millones— disponen de pasaporte, se espera que esta cifra suba a 150 millones en el año 2025, con lo que entonces los viajes internacionales podrían entonces multiplicarse también por tres.
La firma CLSA pronostica que en 2020 China supondrá el 14 por ciento del total de viajeros mundiales frente al 10 por ciento actual, con el número de chinos que salen al exterior pasando de 125 millones en 2015 a unos 200 millones en 2020, para cuando la agencia local Xinhua calcula que la industria genere casi un billón de dólares, frente a los 563.000 millones de 2016.
La mayor OTA del país, Ctrip, que afirma que uno de cada cinco viajeros chino que va al extranjero lo hace a través suya, tiene en sus cuentas en redes sociales hasta 600 millones de seguidores, y la agencia vende 200.000 billetes de avión al día, y 180.000 alojamientos en hoteles por día.
El perfil tradicional del turista chino, según reveló ABC, es el de persona de clase media-alta, jubilado en un porcentaje importante, sin dominio de idiomas extranjeros, que valora el lujo, aunque ahora se está incorporando un nuevo modelo: el del joven de clase media-alta: menos de 30 años, que no viajan en grupo sino de forma independiente.
En general, los asiáticos son turistas que no buscan sol y playa -lo tienen más cerca sin necesidad de visados- sino el ocio —en un 81 por ciento de los casos—, y en China, la última tendencia es la fórmula de las “vacaciones a medida»” que gustan especialmente a los viajeros de alto nivel adquisitivo y de entre 30 y 50 años.
GLOBALES. Ante el potencial incuestionable del mercado, los grandes grupos turísticos chinos también buscan expandirse fuera y crear gigantes globales, para quedarse así parte del pastel del negocio de los viajeros de su país, para lo cual están comprando empresas extranjeras o asociándose a ellas.
China busca capitalizar para sus empresas locales el enorme tamaño y crecimiento de su mercado, y el gigante asiático ya lo está logrando sobre todo en el sector tecnológico, con su propio Google —Baidu—, su propia red social —Weibo—, o su propio Amazon —Alibaba—, mientras hora avanza en la misma dirección con su mayor agencia online, Ctrip, que hace unos meses anunciaba la compra de Skyscanner por unos 1.600 millones de euros.
El último gran movimiento en este sentido fue el del pasado octubre por parte de HNA, que tras haber entrado en NH y en Carslon anunció la compra del 25 por ciento de Hilton a Blackstone por 6.500 millones de dólares, con lo que se convertía en el mayor accionista de la emblemática cadena estadounidense.
Los también chinos de Angbang estuvieron asimismo a punto de haber dado la campanada el pasado año con la fuerte oferta que hicieron para comprar Starwood, que finalmente cayó a manos de Marriott, pero que constataba la firme decisión estratégica del capital chino de hacerse un fuerte hueco en la industria hotelera global.
En febrero de 2016, también Jin Jiang, socia de Meliá, amplió al 15 por ciento su participación en la francesa Accor, convirtiéndose en su segundo mayor accionista, después de haber comprado un año antes a la también francesa Louvre Hotels Group, mientras otra emblemática cadena de ese país, Club Med, había pasado a manos de otro conglomerado chino, Fosun, a su vez accionista de referencia de Thomas Cook.
Pero esta ambición de los gigantes chinos de entrar en otros mercados está suponiendo también una oportunidad de oro para el resto de grandes grupos turísticos mundiales para desembarcar en la potencia asiática, con acuerdos para repartirse las ganancias del flujo de viajeros chinos.
EL LÍDER. El mayor conglomerado mundial del gremio, Tui, ha avanzado el pasado mes en el desarrollo de su estrategia para tener presencia, sobre todo digital, en China, con el acuerdo con una filial de Alibaba para desarrollar un portal conjunto, ampliación de su relación con la red de agencias de viajes líderes y desarrollo de su propio portal.
La ambición de Tui nace de que los 20 millones de clientes europeos son una minucia cuando se compara este mercado con el Extremo Oriente. Difícil competir con las nuevas grandes del turismo sin estar allí donde la economía está disparada. Por eso, Fritz Joussen, el CEO de Tui está empeñado en transformar el grupo en los próximos cinco años, para que deje de ser sólo una potencia europea y pase a ser una organización mundial. El objetivo es conseguir otro millón de clientes y otros mil millones de dólares en ingresos.
El primer paso: presencia en China y Sudamérica. Así lo explicó Joussen en la ITB, pero no en la ITB alemana, sino en la ITB China, que tuvo lugar el pasado mes en Shanghai y a la que la Tui parece que va a terminar por prestarle más atención que a la de siempre, de Berlín. Lo que Tui puede ofrecer a los chinos es algo muy valorado allí: vacaciones occidentales.
Joussen explicó en su intervención que “nosotros hoy ya llevamos turistas europeos a China. Nuestro objetivo es ofrecer a los chinos vacaciones en Malasia, Tailandia y Vietnam en la misma forma que atendemos las vacaciones de los suecos, ingleses o alemanes”.
Para lograrlo, Tui va a extender la relación comercial con CTS, la mayor cadena de agencias de viaje de China, con apenas 350 agencias, hasta 2033. Además, va desarrollar sitios con la marca Tui, con la tecnología digital Tui, con socios chinos. Y esos socios chinos son Fliggy, una filial de Alibaba, la empresa de venta online más importante del mundo, por encima de Amazon. Y finalmente, con Tui.com, que ya tiene una página en español, también entrará en el mercado chino, obviamente con una página en este idioma.
COINCIDENCIA. Su gran rival, Thomas Cook, siempre atento al su competidor, también entra en China, pero ha optado por crear una joint venture con un grupo local, Fosun, que es uno de sus mayores accionistas y que tiene vocación de serlo aún más, y que encuadra a sus negocios turísticos como parte de su ‘segmento felicidad’.
Fosun planea con Club Med, a la que compró en 2015, abrir al menos unos 20 nuevos resorts en China en los próximos años, por lo que necesita aumentar su presencia en el emisor local, y lo que explica que el septiembre pasado lanzara Thomas Cook China, con 90 paquetes a más de 40 destinos, ya que prevén que el mercado crezca más de un 20 por ciento anual.
También el pasado septiembre, el consejero delegado de Apple Leisure Group, Alex Zozaya, reveló durante la presentación de la nueva escuela de negocio especializada en turismo, la ‘JSF Travel & Tourism School’, que su grupo quiere entrar en China acompañada de socios locales.
Zozaya, que lidera el mayor grupo turístico estadounidense, remarcó al respecto que las costumbres locales tienen que ser tomadas “con todo el respeto” y estar integradas en el producto que vas a ofrecer para hacer “un traje a medida del cliente”, sin olvidar cuál es tu público objetivo.
ESPAÑA. Los planes de Tui, Thomas Cook y ALG pretenden captar parte del emisor chino para sus propios hoteles, y las mayores cadenas vacacionales, Meliá y Riu, las que tienen más habitaciones en el Caribe junto a AMResorts, también pretenden lo mismo aunque se han adelantado en desembarcar con el producto de resorts en el continente asiático, para lo cual buscan ganar visibilidad ante el consumidor chino.
Así, Riu sorprendió hace unas semanas cuando asegurí estudiar su desembarco en China en ciudades como Pekín o Shanghái, según lo reveló el consejero directivo de Riu y responsable de Canarias, Marruecos, Portugal y Cabo Verde, Félix Casado, en una entrevista a Expansión, subrayando que estarían dispuestos a invertir en esos destinos.
“Riu va a acudir ahora a la feria de Turismo ITB de China para consolidar relaciones y crear nuevas oportunidades de negocio”, aseguró Casado, en una medida que tendría entre otras finalidades que la marca ganase visibilidad en este mercado, como han hecho en Nueva York o Berlín, de igual forma que planean en Madrid.
También Barceló, como adelantó en primicia preferente.com, firmó hace un año un acuerdo de colaboración con la cadena hotelera Plateno, gracias al cual el grupo chino podrá utilizar la marca Barceló tanto en China como en otros países asiáticos en los nuevos hoteles que incorpore a su portfolio, y seguía el modelo implantado por la siempre pionera Meliá, cuando se alió con la hotelera Jin Jiang y con el desarrollador Greenland.
RECEPTIVO. La industria turística española también busca captar parte del mercado chino que aterriza en España, y más ahora que la conectividad de España con China ha pasado de sólo dos rutas (Pekín-Madrid y Pekín-Barcelona), a cinco, al sumárseles nuevos enlaces directos Shanghái-Madrid (en dos líneas diferentes, Iberia y China Eastern) y Hong Kong-Madrid (con Cathay Pacific).
De hecho, este aumento de oferta ha provocado que Iberia reconozca que la conexión recién lanzada a Asia que mejor funciona es la de Tokio por no haber ningún otro vuelo directo entre Japón y España, mientras pide al Gobierno que fomente el turismo de calidad en China y no se concentre tanto en el Norte de Europa.
Las autoridades, no obstante, ya se mueven y lo se han fijado es atraer a este tipo de visitante de alto poder adquisitivo con las compras y el fútbol, así como con la cultura, lo que justifica que en el ’top 5’ de ciudades más deseadas, además de Madrid y Barcelona, figuren Sevilla, Granada y Córdoba, con los AVEs cada vez más lleno de asiáticos.
Así, los gigantes turísticos de todo el mundo han coincidido en girar sus miradas a China, para captar parte del negocio del emisor local, tanto como de la mera actividad de la intermediación, como del aéreo y el alojativo, en un momento en el que ese país aparece paradójicamente como adalid del libre comercio frente a los Estados Unidos.
Meliá, la pionera y la más ambiciosa
Meliá anunció en octubre de 2015 que quería convertirse en la primera opción para los viajeros chinos en Europa, argumentando que la fuerte expansión de China como mercado emisor de turistas para los Meliá de Europa y en América. “Con más de 200 millones de turistas esperados para 2020, China se ha convertido en el primer mercado emisor, con un gasto por turista superior al de los estadounidenses, que ocupan el segundo lugar”, remarcaba Gabriel Escarrer.
Meliá presentó entonces el programa PengYou by Meliá, que supone la adaptación de 80 hoteles en todo el mundo a las necesidades y expectativas de los chinos, incluyendo una formación específica para sus empleados, así como personal con dominio del idioma mandarín, aceptación de la tarjeta china Union Pay, canales de televisión en lengua china, menús y productos del mini Bar adaptados a sus gustos.
En este contexto, Meliá, que ultima la apertura progresiva de 19 nuevos hoteles en el sudeste asiático, anunció en febrero que había elegido a la campeona mundial y olímpica de bádminton Carolina Marín con el propósito de expandir su huella comercial en este mercado.
Gabriel Escarrer comentó que el bádminton es uno de los tres deportes más vistos en el continente asiático, que es donde la compañía “está desarrollando una apuesta muy importante”. Meliá tiene abiertos 14 hoteles en el continente asiático y prevé la inauguración de otros 19 en un plazo de dos años. Escarrer destacó la “fuerte implantación y expansión” de Meliá en la zona del sudeste de Asia excepto en la India, en donde, según dijo, “no hay de momento nada firmado”. Añadió que la medallista onubense Carolina Marín, de 23 años, “representa unos valores afines” a los de Meliá.
“En el año 2020, según las previsiones de apertura actual, tendremos 35 hoteles, cinco veces más en comparación a los 7 hoteles que teníamos en 2010. Como líder internacional en el sector hotelero vacacional, Meliá Hotels International aspira a crecer en destinos vacacionales en China y en el Sudeste Asiático, así como consolidar su posicionamiento en el sector bleisure (busines + Leisure)”, reveló la hotelera a esta revista.
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