Santo Domingo, RD.- En Barahona comenzaron ya hace unos años a prepararse por un futuro de turismo y producción ya más cercano.
El Clúster Turístico Productivo de Barahona inaugura el 5 de abril la tercera edición de una Feria que ha logrado prácticamente duplicar el número de expositores y cuadruplicar el de asistentes en su corta vida.
La intención, explican Virgilio Pérez Bernal, su presidente, y Elena Nunziatini, directora ejecutiva, es mostrar que en Barahona se pueden hacer negocios y unir a los pequeños y grandes empresarios que ya trabajan en la zona en una visión común del desarrollo. Un desarrollo, explica Nunziatini, que más que provincial se trabaja regionalmente:
“Nuestra visión es la de un corredor turístico del Sur, que incorpore en una misma visión del turismo a las provincias desde Santo Domingo hasta la frontera”. Ya formados, los clúster de Baní, San José de Ocoa y otros municipios, trabajan ya en proyectos comunes con el de Barahona.
El objetivo, un corredor turístico cultural y sostenible que respete la naturaleza e idiosincrasia de la región conociendo sus fragilidades y que potencie sus fortalezas.
Turismo sostenible
Esta aspiración está moldeando un proyecto de desarrollo turístico que en nada se parece al que se instaló en Puerto Plata o en el Este. “Las condiciones naturales de la región no permiten ese turismo masivo o de todo incluido”, explican desde el Clúster.
Es un turismo de observación de aves, con un marcado interés y respeto medioambiental. Un turismo náutico de pequeñas ensenadas, playas en parques nacionales y zonas protegidas. Un turismo muy informado. Un visitante que prefiere el slow food y alojamiento de determinadas características.
La Feria (del 5 al 8 de abril) servirá de escaparate de las empresas que ya trabajan en la zona y que persiguen estas metas. Chefs que mostrarán la gastronomía de la zona, con productos locales y recetas propias. Se podrá conocer mejor el larimar de la mano de los que lo extraen y entender el alcance de la obra del padre Miguel Fuertes, un sacerdote cuya pasión por la botánica le llevó a levantar el primer herbolario de la región. También lo hizo con los minerales, esa otra gran riqueza del sur dominicano.